miércoles, 16 de enero de 2013

Yo, el otro…

Por Edgar Medrano

Eduardo Bárcenas. Ópera




















Yo, el otro…
Amanece y en el espejo en tránsito
Principio esta orfandad,
Este lento y encadenado crepúsculo
Que arrebata silencios de mi boca,
Y sus voces tañen desiertos
Y susurran olvidos lejanos.


Aquél, cara a cara, me desanda
Revelando sus carencias,
Tuerce mis palabras,
Vocal tras vocal se derrama en mis pasos,
Tabúes, peregrinas,
Obstáculos inapelables del tiempo
Que es contemplación y fuego.

Me vierto en el poema
Para desgastarme y fugarme
Al primer silbo del viento,
Incapaz de tropezar una y otra vez 
Con la misma piedra, pues no hay piedra
Ni pasos ni caminos en la cordura del abismo.

Te miro, trazo tu misterio
En la oquedad de la noche,
Me lanzo contra tu aguijón,
Me pregunto cuántas veces seré enceguecido
Para sólo dibujar tu rostro
En el polvo agrio de mis versos.
Quién eres, quién soy cuando todo es certeza
Y a sabiendas niego tu cifra,
Tu profundo cero…

Callo, pesadez de tu verdad,
Escribo mientras afuera juegan vidas
Sus juegos negados,
Clamo a tu ausencia sin atajos…
Me soy, me eres, implacable desde mi nada,
Ya no cuentan mis huellas,
Siluetas del olvido.
Apenas huésped de tu mirada,
Desnuda, lúcida, despellejada
Llama de un instante…

Siempre hemos sido otro:
   Aventureros,
     Alucinados,
        Siempre hemos sabido que esta máscara
            Es también nuestra piel…

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